
...sabía que ahí estaban, pero no quería mirarlos, seguía caminado como si no estuvieran... como si no necesitara de ellos... prefería pensar que ya no sufría, o que pronto se terminaría.. que quizás mañana no los necesitaría, que la muerte llamaría y sin ellos podría irse, mirándolos de reojo, para que ellos no lo olviden... pero se sintió algo injusto, ellos lo acompañaban todo el día... a pesar de su pesades, eran todo lo que tenía, era a lo único digno que había podido aspirar... y ahora sus pensamientos los maltrataban, hasta odiar el suelo que pisaban y el polvo leve que levantaban al pasar... y en esa mirada ausente y pensativa pudo fijar sus ojos en una cara totalmente preocupada, cargada de libros y un pesado maletín...y se rió timidamente, pensando en que pobre era el, que no tenía otra cosa en que preocuparse que no fuera en sus pobres zapatos... y se atrevió a mirarlos... y se volvió a perder en sus pensamientos... y así se fueron...