"Cruzando la enramada se encontraron sin saber si se buscaban y a la sobra del árbol ese se pusieron a charlar... el árbol en sus movimientos las llevaba a pensar, las invitaba cual trompeta invita a bailar, el suave movimiento del árbol dejandose llevar, les decía en poco tiempo de que iban a hablar...
Nadie discutía, y mucho se tejía en esos corazones que no sabia como expresar todo lo que se juntaba como un mejunje de sentimientos y entredichos, del vaivén de las vidas que vivian, de las vidas por vivir.. ellas solas se sentias presas de su decir, nadie acertaba a aceptar lo que la otra decía, solo se valía ser y decir, justificar y mediar entre lo que se debe y lo que se puede, ser sin mirar si lo que se es se debe y si lo que se debe es...
Y pasaron la tarde, cubiertas por la sombra, tejiendo y destejiendo al antojo filosofías de vida a mi pensar, pero sin darse cuenta que sus dichos era más de lo dicho, era casi la verdad, de la vida, de su vida, de cada una de las vidas que muy distantes y distintas se enramaron sin penar que cada una bien le hacia al alma de la otra, porque sin buscarse se encontraron, porque el árbol las llamo, y su sombra y movimiento las ayudaba a darse a conocer, almas tan parecida y distintas, tan cerca y distantantes, tan únicas y multitudinarias, pobladas y solitarias, se pudieron expresar... y el silencio su corona también se pudo manifestar, porque sin el no existe nada,y la nada es igual que su mirar... solas se encontraron, solas se fundieron, solas intentaron no darse y dieron, buscaron y encontraron la manera de pensar que quizás la otra sea quién me ayude a encontrar mi lugar en el mundo y a manifestar la alegría de encontrarse donde El las llamo..."
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